Cinco integrantes de una familia fallecieron el pasado lunes en el barrio porteño de Villa Devoto por intoxicación con monóxido de carbono, mientras que un bebé fue rescatado con vida y permanece internado. El hecho, ocurrido en medio de la ola polar que afecta a gran parte del país, vuelve a poner en alerta sobre los peligros de calefaccionarse en condiciones inseguras.

“El frío no es malo; el problema está cuando no tenemos las condiciones mínimas, la infraestructura o las calorías necesarias. En muchos casos, es una mezcla fatal: el hambre y el frío”, expresó el licenciado Eduardo Arellano, emergentólogo y docente universitario a este medio.

Arellano explicó que cada año en Argentina mueren más de 60 personas por causas relacionadas con el frío, la mayoría de ellas en situación de calle. A esto se suman alrededor de 200 muertes por intoxicación con monóxido de carbono, “generalmente vinculadas a la falta de medios para calefaccionarse de manera segura”.

“La gente se calefacciona con la cocina, el horno, braseros, leña o carbón. El monóxido de carbono es producto de la mala combustión de esos elementos. Se nota porque la llama es amarilla, y debería ser azul”, advirtió.

El especialista dijo que muchas veces, por necesidad, no se puede evitar el uso de estos métodos para generar calor. Sin embargo, alertó que “siempre se debe dejar una ventana abierta para que haya intercambio de oxígeno, porque el monóxido consume el oxígeno del ambiente y reemplaza el oxígeno en la sangre, lo que provoca la muerte”.

También señaló que no se debe dormir con braseros o estufas a leña encendidas ya que “el monóxido es un asesino silencioso. Nos vamos a dormir y no nos damos cuenta. En general, la gente no se despierta más”.

¿Cómo prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono?

  • Ventilar los ambientes: dejar una rendija abierta, aunque haga frío, para permitir el ingreso de oxígeno.
  • Nunca dormir con braseros o estufas a leña encendidas.
  • No usar hornos ni hornallas para calefaccionar.
  • Revisar regularmente estufas y calefactores con personal matriculado.
  • Controlar la llama: debe ser azul. Si es amarilla o anaranjada, indica mala combustión.
  • Encender braseros o estufas a leña siempre en el exterior y luego ingresarlos, sin humo.
  • Ante síntomas como dolor de cabeza, náuseas, mareos o sueño repentino, apagar los artefactos, ventilar y llamar de inmediato al SAME.
  • En caso de emergencia, sacar a la persona al aire libre y llamar al 107.

El monóxido de carbono no tiene olor, color ni sabor. Es un gas letal que puede causar la muerte mientras dormimos.