La Organización de las Naciones Unidas estableció el 5 de junio como Día Mundial del Ambiente. En esta fecha, en 1972, se celebró en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano. Allí se declaró por primera vez el derecho fundamental de todas las personas a la libertad y a la igualdad en un ambiente cuya calidad permita vivir con dignidad y bienestar. Docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) destacó la importancia de la fecha.
Esta efeméride se estableció para promover la conciencia y la acción mundial sobre el ambiente e invita a pensar qué implica educar en contextos de crisis ambiental civilizatoria: qué saberes, prácticas y valores se promueven en las instituciones educativas para su cuidado y la defensa de los territorios. El ambiente sano y diverso constituye un derecho de todas las personas que es importante impulsar y proteger desde las escuelas para construir una sociedad más justa e igualitaria, en términos sociales y ambientales.
La docente de la Facultad de Ciencias Agrarias, Antonela Geronazzo, destacó la importancia de reflexionar acerca de cómo la humanidad se relaciona con el medio ambiente. "Yo lo pienso al ambiente como una casa común en donde todos debemos convivir y buscar que esa convivencia sea armoniosa".
(foto de tapa: facebook Parque Nacional Calilegua)
Y agregó: "no hay que pensar en el ambiente como algo abstracto sino como la tierra que nos da los alimentos, los arboles que nos dan sombra, los animales, plantas e insectos que permiten equilibrar a la naturaleza, por ese motivo el cuidado del ambiente es responsabilidad de todos y sobre todo de las autoridades de cada país para poder vivir en un ambiente sano y que nos permita realizarnos como personas".
(Antonela Geronazzo, docente de la cátedra libre Soberanía Alimentaria (FCA-UNJu)
Sin contaminación por plásticos:
Cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso.
Menos del 10% se recicla.
Se estima que 11 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Eso equivale al peso de alrededor de 1,089 Torre Eiffeles juntas.
Asimismo, los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire.
Se estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas. Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.
Es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes.
Para resolver esta crisis, es necesario que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas amplifiquen e implementen medidas ya en todos los rincones del mundo. (fuente: Naciones Unidas)