Hace diez años, la Universidad Nacional de Jujuy dio un paso decisivo hacia la inclusión y la justicia territorial. La creación de la sede en San Pedro marcó un antes y un después para cientos de familias jujeñas que, hasta entonces, debían enfrentar sacrificios enormes para acceder a la educación universitaria.
Hoy, esa expansión se celebra no sólo como una conquista institucional, sino como una victoria profundamente humana. La Dra. Liliana Bergesio, vicerrectora de la UNJu, expresó con emoción el sentido de este aniversario: “efectivamente, la Universidad Nacional de Jujuy por mucho tiempo estuvo concentrada en la Capital provincial, en San Salvador de Jujuy. Si bien esto posibilitó que muchas personas puedan acceder a la educación pública, gratuita y de calidad, también es cierto que muchas familias tenían que hacer inmensos sacrificios para, desde distintos rincones de la provincia, poder acceder a la universidad”.
El nacimiento de la sede San Pedro fue parte de un proceso de expansión universitaria iniciado por el entonces rector Rodolfo Tecchi, en un gesto también de memoria y reparación: “se eligió San Pedro como una gran reivindicación histórica, porque la Universidad Nacional de Jujuy tenía una sede allí que fue cerrada durante el último proceso militar. Se consideró primordial retornar a ese centro neurálgico de nuestra provincia”, recordó Bergesio.
Actualmente, la sede alberga cerca de 700 estudiantes de tres facultades: Humanidades y Ciencias Sociales, Agronomía y Ciencias Económicas. Lo conmovedor, sin embargo, va más allá de los números. “La inmensa mayoría son primeras generaciones de universitarios y universitarias”, destacó la vicerrectora.
“Esto lo vemos año a año cuando vemos quiénes egresan. Las expansiones universitarias han constituido un verdadero lugar de inclusión social, especialmente para las mujeres”. En ese sentido, Bergesio hizo hincapié en el impacto concreto que tiene la cercanía de la universidad para cientos de mujeres de la región: “que la universidad se acerque a sus lugares de trabajo significa la gran diferencia entre poder estudiar o no en el nivel universitario, porque como todos y todas sabemos, las responsabilidades reproductivas siguen estando fuertemente a cargo de las mujeres en sus hogares”.
La sede San Pedro no es sólo presente, también es futuro. Desde allí se proyectan nuevos horizontes educativos y regionales. “Queremos seguir fortaleciendo esta sede. Próximamente vamos a lanzar un programa que tiene que ver con fortalecer el intercambio en toda la zona del Corredor Bioceánico, que tiene un rol fundamental con países limítrofes”, a través de la Red Zicosur Universitario y la Red Unirila, anticipó la vicerrectora.
A una década de su apertura, la sede San Pedro se consolida como una herramienta de transformación social y territorial. Y en las palabras de Bergesio resuena una certeza: “para nosotros es realmente muy emocionante ver año a año quienes ingresan, quienes egresan. Porque ahí, en esos rostros, está el verdadero sentido de la universidad pública: hacer posible lo que parecía lejano”.
El acto de celebración por el décimo aniversario se realizará el próximo 8 de abril a las 10 de la mañana en la sede San Pedro de la UNJu, con la participación de autoridades, estudiantes y la comunidad en general.