Con emoción y orgullo, la Universidad Nacional de Jujuy celebró los diez años de su sede en la ciudad de San Pedro, un espacio que nació para saldar una deuda histórica y que hoy cuenta con más de 700 estudiantes y más de 100 egresados.
“Realmente para nosotros es todo muy conmovedor”, expresó el rector Mario Bonillo durante el acto conmemorativo. La jornada fue definida como un momento de memoria colectiva y reafirmación del compromiso con la educación pública. “Esto nació como una deuda histórica. La UNJu nació con la sede de San Pedro. Después, el gobierno de facto cerró esa sede y dejó solo San Salvador”, recordó Bonillo.
En ese marco, el rector destacó la importancia de haber recuperado la presencia universitaria en esta región clave del ramal jujeño. “San Pedro es un punto neurálgico y esta sede significó resignificar ese lugar. Hoy es un día de fiesta, para pensar lo que se hizo, que es un esfuerzo de toda la comunidad”, afirmó.
Durante el acto se resaltó el crecimiento sostenido de la sede, así como su impacto en estudiantes de zonas aledañas como Libertador, Fraile Pintado y áreas rurales. “Acá no hay una persona, hay muchas, muchas personas, muchos sampedreños y jujeños que han trabajado para que esto esté. Y podamos festejar los 10 años”, expresó con entusiasmo.
El rector también se refirió a la obra del edificio nuevo de cuatro pisos, cuya finalización está pendiente. “Ojalá que el año que viene o dentro de dos años estemos festejando los 12 años, pero ya con la sede nueva”, dijo.
Más allá del contexto nacional, Bonillo insistió en mantener la mirada en el futuro: “Este es un momento para recuperar la memoria y seguir trabajando para adelante. Sabemos que el sistema universitario público cumple una función importante y hay mucho más por hacer para el desarrollo de la Argentina”.