Los gremios educativos confirmaron su adhesión a la protesta impulsada por ATE. Reclaman paritarias sin techo, la restitución del FONID y mayor financiamiento para el sistema educativo. Habrá cese total de actividades y marchas en todo el país.

Los principales gremios docentes del país anunciaron que participarán activamente del paro nacional convocado para el próximo miércoles 22 de mayo. La medida de fuerza fue impulsada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y respaldada por las centrales sindicales, en rechazo al ajuste económico que impulsa el Gobierno de Javier Milei.

La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) confirmó que la jornada incluirá un cese total de actividades y una movilización nacional que partirá desde Plaza Houssay hacia el Congreso a las 12:30. La protesta busca visibilizar una serie de reclamos urgentes del sector educativo.

Entre las principales demandas figuran la convocatoria a la paritaria nacional docente sin topes salariales, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), un aumento salarial acorde a la inflación y mayor presupuesto para comedores escolares. Además, los gremios expresaron su rechazo a posibles reformas laborales y previsionales.

Desde Suteba, uno de los sindicatos con mayor peso en la provincia de Buenos Aires, ratificaron la adhesión al paro tras realizar una asamblea distrital. “¡Siempre en defensa de los derechos de lxs Trabajadorxs de la Educación!”, expresaron en un comunicado.

En tanto, el gremio Ademys, con fuerte presencia en la Ciudad de Buenos Aires, también convocó a un paro total y denunció que “el Plan Motosierra” del presidente Milei y las políticas educativas del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, profundizan el deterioro del sistema. La organización exigió a CTERA y a la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) que la jornada del 22 se transforme en un paro masivo con movilización.

El conflicto docente suma tensión a un escenario social marcado por la pérdida de poder adquisitivo, la suspensión de programas clave y el descontento creciente en el ámbito educativo.