En el primer trimestre de 2025, el déficit de la cuenta de servicios alcanzó un nivel histórico, impulsado por el turismo emisivo y los consumos en plataformas digitales. El saldo negativo general de la cuenta corriente fue de más de USD 5.100 millones, lo que plantea un nuevo desafío para el plan económico del Gobierno.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó este miércoles el informe correspondiente a la balanza de pagos del primer trimestre de 2025, y los resultados encendieron alarmas en el equipo económico. La cuenta de servicios registró un déficit récord de más de USD 4.500 millones, el mayor desde que se tiene registro, y colocó en el centro del debate al turismo al exterior y al consumo de servicios digitales como el streaming y las plataformas online.
El resultado negativo se extendió a la cuenta corriente en general, que acumuló un déficit de USD 5.191 millones en los primeros tres meses del año. Este desequilibrio refleja que las salidas de divisas por comercio exterior y servicios fueron considerablemente mayores que los ingresos.
En contraste, la cuenta financiera mostró un ingreso neto de capitales de USD 7.229 millones, lo que permitió compensar parcialmente el desequilibrio en la cuenta corriente. Sin embargo, los analistas advierten que el ingreso de capitales no productivos o de corto plazo no resuelve los problemas estructurales de la economía ni garantiza sostenibilidad en el mediano plazo.
El deterioro de la balanza de servicios se explica en gran parte por la fuerte salida de dólares vinculada al turismo emisivo, que repuntó con fuerza en el verano tras la eliminación de algunas restricciones cambiarias. También influyó el creciente uso de plataformas digitales extranjeras, cuyos pagos implican una constante fuga de divisas.
Este escenario complica los planes del Gobierno, que apunta a sostener la estabilidad cambiaria y acumular reservas. En ese sentido, crecen las versiones sobre la posible implementación de nuevas medidas para contener el turismo al exterior o gravar más fuertemente los consumos digitales, como parte de un intento por frenar la sangría de divisas.
La evolución de la balanza de pagos será clave en los próximos meses, especialmente en el marco de las negociaciones con organismos internacionales y los compromisos de deuda. El déficit estructural en servicios y la debilidad de las exportaciones de alto valor agregado se mantienen como desafíos centrales para una recuperación económica sustentable.