Giselle Santana secretaria gremial de ATE en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial denunció que el gobierno nacional está impulsando un proceso de degradación institucional que podría significar la desaparición del INTI tal como se lo conoce desde su fundación en 1957.
Al respecto Giselle Santana contextualizó esta situación como parte de un plan de desguace del Estado, al que el propio gobierno ha denominado “la segunda fase de la motosierra”, y que, en esta etapa, apunta a los organismos descentralizados. Según la dirigente gremial, esto implica centralizar funciones clave del INTI dentro del Ministerio de Economía, lo que reduciría su capacidad operativa al mínimo y eliminaría su rol técnico, científico e industrial.
Seguidamente Santana explicó que los centros de investigación y desarrollo del organismo (donde confluyen el Estado, el sector privado y las cámaras empresariale) son el verdadero motor del instituto. Su eliminación desarticularía no solo una vasta red de servicios técnicos, sino también la sinergia público-privada construida durante décadas.
El INTI desempeña funciones clave para la industria y la sociedad: acredita servicios de certificación, firma convenios de transferencia tecnológica, realiza ensayos de seguridad y garantiza la trazabilidad de mediciones, entre muchas otras tareas esenciales, A la vez señaló que “todo eso se hace a través de su figura como organismo descentralizado, con personería jurídica propia y reconocimiento internacional”, explicó.
Asimismo la referente gremial explicó que “lo que está en juego es la seguridad ciudadana. No son trámites innecesarios, como dice Sturzenegger. Son garantías para que un bebé pueda usar un chupete seguro, para que los surtidores funcionen correctamente, para que el cemento de nuestras casas esté controlado”.
También señaló Giselle que la medida generaría despidos masivos, sobre todo en las sedes del interior del país, donde el INTI es a menudo la única presencia estatal para asistir a pequeñas y medianas industrias regionales. Por lo tanto dijo que “No queremos que esta lucha se vea como corporativa. Lo que defendemos es la soberanía industrial del país”, enfatizó.
Respecto a los motivos detrás de esta política, Santana fue clara: “No hay argumento técnico ni económico que justifique esta decisión. Lo dijo el propio presidente: ‘Soy el topo que viene a destruir el Estado desde adentro’. Esto es ideológico. Es un plan para entregar nuestra soberanía tecnológica y científica”.
Frente al esta situación, la dirigente anunció que el próximo viernes se reunirán con autoridades de la Secretaría de Comercio e Industria para exigir que no se avance con el decreto de centralización. Paralelamente, se desarrollará una charla-debate en el INTI con diputados de distintos bloques políticos dispuestos a frenar esta medida. Y para finalizar expresó Giselle que “mientras haya lucha, hay esperanza”, concluyó Santana. Y dejó claro que los trabajadores del INTI están en pie de lucha, dispuestos a resistir como ya lo hicieron en 2018, frente al ajuste del macrismo. Recordó.