La capital jujeña volvió a teñirse de colores este sábado con la XVIII Marcha del Orgullo LGTB+, una convocatoria que reunió a cientos de personas en una jornada atravesada por la celebración, la diversidad y los reclamos colectivos. Desde temprano, la plaza Belgrano se transformó en el punto de encuentro de organizaciones, activistas, familias y juventudes que llegaron con banderas, brillos, música y carteles para reafirmar la consigna central de este año: “El orgullo se vive y se defiende en las calles”.

A pesar de la lluvia que marcó el inicio de la tarde, la movilización se realizó con gran participación. Cuando el cielo comenzó a despejarse, la marcha avanzó por las calles del centro capitalino en un clima festivo, pero también de reivindicación de derechos, visibilización y lucha frente a las desigualdades que aún atraviesa la comunidad LGBT+.

Las organizaciones convocantes remarcaron que la marcha se sostiene en demandas históricas que continúan vigentes. Entre las consignas principales se destacaron:

• Respeto y garantía plena de los derechos adquiridos.
• Políticas públicas inclusivas y de protección efectiva.
• Una vida libre de violencias y discriminación.
• Más espacios seguros, accesibles y diversos.
• Reconocimiento y dignidad para todas las identidades y expresiones de género.

“Marchamos para exigir nuestros derechos, afirmar nuestras identidades y sostener una comunidad que se acompaña y se organiza”, expresaron desde la Comisión Organizadora.

Este año, la marcha contó con la presencia de la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo, la Asociación Civil de Promoción de la Salud, Fundación AHF Argentina, Diversidad Peronista, UCR Diversidad y diversos espacios políticos, estudiantiles y sociales que impulsan desde hace años la visibilización y defensa de derechos de las disidencias en Jujuy.

La apertura estuvo acompañada por la tradicional bandera de la COMO, que volvió a desplegarse como símbolo de unidad y resistencia.

Más allá del clima festivo, la jornada estuvo marcada por pedidos concretos hacia el Estado nacional, provincial y municipal, como la implementación efectiva del cupo laboral travesti-trans, acceso a políticas de vivienda para personas LGBTIQA+ en situación de vulnerabilidad, una ley provincial antidiscriminación, que brinde herramientas de prevención y sanción frente a actos de odio, presupuesto para programas de salud integral, especialmente en atención de VIH/ITS y acompañamiento psicosocial.

Para los asistentes, estos reclamos siguen siendo urgentes en un contexto donde los avances legislativos no siempre se traducen en políticas públicas concretas. “Aún queda mucho por hacer para garantizar vidas dignas e iguales para todas las personas”, señalaron representantes de las organizaciones.

“Porque nuestros cuerpos, nuestras identidades y nuestros deseos son parte de una historia de lucha y conquista. Marchamos para que todas nuestras vidas y libertades puedan vivirse con igualdad y dignidad”, expresaron.