El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Pulmón que puede llegar a ser mortal, afectando tanto a hombres como a mujeres en todo el mundo. De ahí la importancia de su prevención, evitando los posibles factores de riesgo como el tabaco, el alcohol y otras sustancias nocivas para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que comienza cuando células anormales crecen sin control en los pulmones. Es un importante problema de salud que puede causar daños graves y la muerte.
Los síntomas del cáncer de pulmón incluyen tos persistente, dolor torácico y disnea.
Es importante buscar rápidamente atención médica para evitar efectos graves para la salud. Los tratamientos dependen de la historia clínica de la persona y del estadio de la enfermedad.
El cáncer de pulmón es un importante problema de salud pública, y causa un gran número de muertes en todo el mundo. Las estimaciones de GLOBOCAN 2020 relativas a la incidencia de los distintos tipos de cáncer y las tasas de mortalidad conexas, que elabora el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), muestran que el cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer, con una cifra estimada de 1,8 millones de muertes (18%) en 2020.
Fumar tabaco (incluidos cigarrillos, puros y pipas) es el principal factor de riesgo en el caso del cáncer de pulmón, pero también puede afectar a los no fumadores. Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo pasivo, los peligros ocupacionales (como el amianto, el radón y determinados productos químicos), la contaminación atmosférica, los síndromes de predisposición hereditaria al cáncer y las enfermedades pulmonares crónicas previas.
Síntomas:
El cáncer de pulmón puede causar varios síntomas que pueden indicar que existe un problema en los pulmones.
Entre los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:
tos persistente
dolor torácico
disnea
tos con sangre (hemoptisis)
cansancio
pérdida de peso sin causa conocida
infecciones pulmonares que siguen reapareciendo.
Los primeros síntomas pueden ser leves o descartarse como problemas respiratorios comunes, lo que retrasará el diagnóstico.
Prevención:
No fumar tabaco es la mejor manera de prevenir el cáncer de pulmón.
Otros factores de riesgo incluyen:
tabaquismo pasivo
contaminación atmosférica
peligros en el lugar de trabajo, como productos químicos y amianto.
El tratamiento precoz puede evitar que el cáncer de pulmón empeore y se extienda a otras partes del cuerpo.
La prevención del cáncer de pulmón incluye medidas de prevención primaria y secundaria. La prevención primaria tiene como objetivo prevenir la aparición inicial de una enfermedad reduciendo el riesgo y promoviendo un comportamiento saludable. En la esfera de la salud pública, estas medidas preventivas incluyen dejar de fumar, promover unos ambientes libres de humo, aplicar políticas de control del tabaco, abordar los peligros ocupacionales y reducir los niveles de contaminación atmosférica.
La prevención secundaria en el caso del cáncer de pulmón incluye métodos de cribado para detectar la enfermedad en sus primeras etapas, antes de que los síntomas se manifiesten; estos métodos pueden estar indicados para individuos de alto riesgo. Entre esta población, la detección precoz puede aumentar notablemente las posibilidades de éxito del tratamiento y mejorar los resultados. El método de cribado primario para el cáncer de pulmón es la tomografía computarizada de baja dosis (LDCT).
Diagnóstico:
Los métodos de diagnóstico para el cáncer de pulmón incluyen la exploración física, la imagenología (como radiografías de tórax, tomografías computarizadas e imágenes de resonancia magnética), el examen del interior del pulmón mediante una broncoscopia, la toma de una muestra de tejido (biopsia) para el examen histopatológico y la definición del subtipo específico (NSCLC o SCLC) y las pruebas moleculares para detectar mutaciones genéticas específicas o biomarcadores a fin de determinar la mejor opción terapéutica.
Tratamiento y atención:
El tratamiento del cáncer de pulmón depende del tipo de cáncer, de su propagación y de la historia clínica de la persona. La detección precoz puede permitir mejores tratamientos y mejores resultados.
Los tratamientos incluyen:
la cirugía
la radioterapia (radiaciones)
la quimioterapia
el tratamiento dirigido
la inmunoterapia.
La cirugía se utiliza a menudo en las primeras etapas del cáncer de pulmón, si el tumor no se ha extendido a otras partes del cuerpo. La quimioterapia y la radioterapia pueden ayudar a reducir el tamaño del tumor.
Médicos de distintas disciplinas a menudo trabajan juntos en el tratamiento y la atención de las personas con cáncer de pulmón.
Los cuidados paliativos son un elemento importante para las personas con cáncer de pulmón. Su objetivo es manejar los síntomas, aliviar el dolor y ofrecer apoyo emocional. Estos cuidados pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer de pulmón y la de sus familias.

