Cada 4 de julio se recuerda el Día Nacional del Médico Rural. La fecha se instituyó por ley Nº 25.448 del año 2001, en conmemoración del natalicio de Esteban Laureano Maradona, médico, naturalista, escritor y filántropo argentino.
El médico nació el 4 de julio de 1895 en Esperanza, provincia de Santa Fe. En 1926 se graduó de médico en la Universidad de Buenos Aires con diploma de honor. Vivió 50 años en una remota localidad de la provincia de Formosa, renunciando al cobro de honorarios y premios.
La vida de Maradona es un ejemplo de altruismo. Colaboró con las comunidades indígenas en varios aspectos: económico, cultural, humano y social.
Fue conocido como “El médico de los pobres”. Murió en la ciudad de Rosario, Santa Fe, el 14 de enero de 1995, a los 99 años de edad.
Alguna vez escribió: “Se dice que vivir en austeridad, humilde y solidariamente es renunciar a uno mismo. En realidad, es realizarse íntegramente como hombre en la dimensión magnífica para la cual fue creado.”
El Colegio Médico de Jujuy, saluda y agradece a cada médico rural, "pilar fundamental de la atención primaria de salud y garantes del derecho a la salud en nuestras comunidades más postergadas".
"La gente nos hace sentir que somos parte de su familia"
Al respecto, el médico jujeño Jorge Fusaro, resaltó la figura del doctor Laureano Maradona. "Mientras era estudiante de medicina en la UBA, la historia del doctor siempre me motivó", recordó y reveló su admiración por otro gran referente de la medicina en nuestro país. el Dr. Carlos Alvarado.
Fusaro afirmó que tiene un compromiso muy fuerte con llevar la salud pública a los parajes rurales más alejados e inhóspitos de la provincia viajando por horas y a caballo. "Cuando pude elegir, elegí irme al campo, a las zonas rurales más alejadas donde viven personas que tienen una difícil accesibilidad al derecho a la salud y que nosotros como médicos debemos garantizarle a la población".

"Trato de acercarme a los más desprotegidos, a las personas que más cuesta llegar"
Comentó que en sus inicios trabajo en barrios alejados de la ciudad capital y en algunos asentamientos lo que le permitió ver la cruda realidad que atraviesan las personas "desprotegidas" a las que les urge acceder a la atención pública.
"De a poco me fui perfilando hacia el campo porque consideró que es donde más hace falta la atención médica, además me encanta ir al campo, cruzar ríos y montañas y andar en mula, todas esas cosas las disfruto mucho", contó el galeno.
"Mi trabajo me permitió conocer esta hermosa provincia y compartir un asadito con la gente que siempre nos recibe muy bien".
En su voz, se siente la pasión por su trabajo y el amor al prójimo que lo lleva a recorrer cientos de kilómetros a caballo para atender a sus pacientes.
"Mi trabajo consiste en ir casa por casa en las zonas alejadas y ver a las familias y compartir con ellos. Lo disfruto y además es una estrategia sanitaria porque puedo ver como preparan los alimentos, si tienen que caminar mucho para traer agua o leña para preparar la comida, eso me permite ver a mi y a mis compañeros, enfermeros y agentes sanitarios, poder hacer un diagnostico de situación o sea una mirada general de como esta la salud y en base a eso hacer pequeñas intervenciones para poder mejorar su calidad de vida", detalló.
"Somos pocos los médicos que elegimos hacer este tipo de trabajo"
El médico dijo que disfruta interactuar con sus pacientes y parte de su labor es conocer sus hábitos y costumbres para poder tener una idea general de como viven y en base a ello brindar un consejo que permita mejorar la salud de los pobladores de esos parajes.
Por otra parte, hizo un paréntesis para advertir por la difícil situación que esta atravesando la salud pública en el país ante el desfinanciamiento de algunos programas. "Se nos ha limitado mucho las salidas rurales por decisiones meramente económicas", lamentó Fusaro.
"La comunidad debe apoyar a la salud pública antes que sea demasiado tarde y la terminen de desmantelar", concluyó.

