Kenya, la elefanta africana de 44 años que había sido trasladada desde Mendoza al Santuario de Elefantes de Brasil, murió el pasado martes tras permanecer varios días bajo cuidados veterinarios intensivos. Era la última elefanta que vivió en cautiverio en la Argentina y su traslado, concretado en julio de 2025, había marcado el cierre de 136 años de cautiverio de elefantes en el país.
La noticia fue confirmada por el Santuario de Elefantes de Brasil (SEB), donde informaron que Kenya atravesaba complicaciones de salud vinculadas a su edad y a las secuelas de más de cuatro décadas de encierro. Según el comunicado oficial, murió de manera tranquila, acompañada por sus cuidadores, luego de una noche de seguimiento permanente. El equipo veterinario realizará una necropsia para determinar con precisión las causas del fallecimiento.
Kenya había nacido en 1981 y llegó a Mendoza en 1985, con apenas cuatro años, como parte de un intercambio con un zoológico alemán. Pasó alrededor de 40 años en el ex zoológico provincial de Mendoza, luego reconvertido en Ecoparque, donde se convirtió en un símbolo del debate sobre el cautiverio de fauna silvestre. El proceso para su traslado al santuario brasileño demandó más de siete años de preparación, evaluaciones sanitarias, entrenamientos y gestiones internacionales.
En julio de este año recorrió cerca de 3.600 kilómetros hasta el estado de Mato Grosso, en un operativo considerado histórico. En el santuario, un predio de amplias dimensiones diseñado para elefantes rescatados de zoológicos y circos, Kenya pudo pasar sus últimos meses en recintos abiertos, con suelo natural, atención permanente y la posibilidad de socializar, especialmente con Pupy, otra elefanta argentina trasladada meses antes.

