El tratamiento experimental se centró en el glioblastoma, el tumor cerebral maligno más común en adultos y altamente resistente a la quimioterapia y radioterapia. 

Especialistas del CONICET identificaron una nueva estrategia terapéutica que en estudios in vitro y preclínicos logró frenar el desarrollo del glioblastoma al volverlo más sensible a la quimioterapia y la radioterapia. El importante avance se publicó en la revista Life Sciences. 

El glioblastoma es el tumor cerebral primario maligno más común en adultos. La enfermedad conlleva un pronóstico desalentador debido a su naturaleza altamente invasiva y resistencia a la quimioterapia y radioterapia. 

La mediana de supervivencia estimada de los pacientes con este tipo de tumor es de 9 meses, y la mediana de supervivencia a 5 años es de tan solo el 7%.

"Descubrimos que el bloque de una proteína llamada Foxp3, que se expresa en las células del glioblastoma, potencia la efectividad de la quimioterapia y la radioterapia. Los resultados del estudio son alentadores para quienes desde la ciencia buscamos aportar al desarrollo de opciones terapéuticas reales y efectivas para los pacientes con este tumor. La estrategia terapéutica se probó con éxito en estudios in vitro y preclínicos y sin duda nuestra esperanza es que se pueda probar en ensayos clínicos en el futuro, pero aún son necesarias investigaciones adicionales para llegar a eso", afirma Marianela Candolfi, líder del trabajo e investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (INBIOMED, CONICET-UBA).

Además explicó que "la proteína Foxp3 se expresa en el glioblastoma y favorece la migración de las células tumorales, una función necesaria para la invasión en el tejido sano, y activa la proliferación de las células del endotelio vascular que incrementan el crecimiento del tumor. Por esta razón, decidimos averiguar en estudios de laboratorio si el bloqueo de Foxp3 eliminaba o reducía la resistencia de estos tumores a la quimioterapia y radioterapia, y eso es lo que efectivamente terminó sucediendo". 

Gandolfi y colegas utilizaron una terapia génica experimental basada en una molécula muy pequeña o péptido llamada P60, desarrollado por Juan José Lasarte en la Universidad de Navarra, en España, que atraviesa la membrana celular e inhibe la proteína Foxp3. "Cuando en experimentos de laboratorio bloqueamos Foxp3 utilizando P60, la respuesta de las células de glioblastoma a la radioterapia y a una variedad de drogas quimioterapéuticas mejoró notablemente", destaca la investigadora del CONICET.   

(Fuente: CONICET)

(Marianela Candolfi (izq.) e integrantes de su laboratorio, Matías García Fallit, Melanie Pérez Kuper y Alejandro Nicola Candia)