La licenciada en Nutrición Florencia Quintana explicó en UNJu Radio la importancia del etiquetado frontal, herramienta que desde hace cuatro años se aplica en el país en el marco de la Ley de Alimentación Saludable.

“El etiquetado frontal es lo que observamos en los envases de alimentos ultraprocesados: esos octógonos negros que funcionan como sellos de advertencia. Indican la presencia de nutrientes críticos como exceso de grasas saturadas, calorías, sodio o azúcares. También pueden advertir sobre edulcorantes y cafeína, mediante leyendas precautorias, que cumplen la misma función de alertar al consumidor”, señaló.

Quintana destacó que el sistema permite acceder a información clara y sencilla al momento de elegir un producto: “El etiquetado tradicional solía ser confuso, con largas listas de ingredientes difíciles de interpretar. En cambio, los sellos advierten de manera directa si un alimento es dañino por su exceso de nutrientes críticos. Por eso, siempre debemos tener en cuenta que mientras menos sellos tenga un producto, más saludable es”.

La especialista remarcó que los alimentos naturales o mínimamente procesados, como frutas y verduras, no requieren etiquetado porque no contienen estos nutrientes en exceso. Asimismo, subrayó que la implementación de la ley generó mayor interés y conciencia en los consumidores: “Hoy es más fácil comprender qué estamos comprando, sin necesidad de tener grandes conocimientos de nutrición”.

Finalmente, Quintana insistió en la necesidad de avanzar en educación alimentaria: “Debemos comprender lo perjudicial que puede resultar el consumo excesivo de nutrientes críticos y el impacto que tienen en la salud”.