Los indicadores del cambio climático alcanzaron niveles sin precedentes en 2024, superando los de 2023, según informó la Organización Meteorológica Mundial, y es que confirma que fue el año más cálido desde que hay registros por un amplio margen.
Se batieron récords con respecto al nivel de gases de efecto invernadero, el calor oceánico, el aumento de nivel del mar, la pérdida de hielo marino antártico, la acidificación de los océanos y el retroceso de los glaciares, sumados a fenómenos meteorológicos extremos socavan el desarrollo socioeconómico.
Según el documento sobre el estado del clima mundial en 2024, las olas de calor, las crecidas, las sequías, los incendios forestales y la rápida intensificación de los ciclones tropicales provocaron desdicha y caos, trastornando la vida cotidiana de millones de personas y ocasionando pérdidas económicas valoradas en miles de millones de dólares.
El informe de la OMM confirmó que 2024 fue el año más cálido desde que hay registros, con una temperatura media mundial cerca de la superficie de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales de referencia. Fue el decenio más cálido desde que hay registros.
"El cambio climático va mucho más allá de las temperaturas. Lo que presenciamos en 2024, sobre todo en relación con el calentamiento de los océanos, el retroceso de los glaciares y la pérdida de hielo marino antártico sin precedentes, es motivo de especial preocupación", afirmó la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.
"La crisis climática es el desafío esencial al que se enfrenta la humanidad y está estrechamente interrelacionada con la crisis de desigualdad, como atestiguan el aumento de la inseguridad alimentaria y los desplazamientos de población, y la pérdida de biodiversidad", agregó.
"La acción climática se ve actualmente obstaculizada por la falta de capacidad para prestar y utilizar servicios climáticos que sirvan de base a los planes nacionales de mitigación y adaptación, especialmente en los países en desarrollo. Tenemos que aumentar el apoyo a los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales para que puedan prestar servicios de información que garanticen que la próxima ronda de contribuciones determinadas a nivel nacional se base en la ciencia", declara Saulo.
Argentina es el país de Sudamérica que en el último trimestre tuvo la peor anomalía climática de toda Sudamérica. Entre diciembre y febrero, el desvío de los valores de temperatura ha llegado casi a un grado por sobre el promedio de los últimos treinta años.
La anomalía en Argentina, de 0,9 grados, se despega del resto de los países de la región. En segundo lugar aparecen Venezuela, Paraguay y Ecuador, con 0.7 grados por encima del promedio histórico. Guyana y Bolivia siguen en la lista, con 0,6 grados. Chile tuvo una anomalía de +0,4 grados y Colombia, de +0,3. Brasil no aparece en en el top 10.
Córdoba lidera el ranking continental, con 1,2 grados por encima del promedio histórico, en cuanto a ciudades de Sudamérica que marcaron las mayores anomalías climáticas. El segundo puesto es compartido por Barquisimeto, Venezuela; Guayaquil, Ecuador; Caracas, Venezuela; y Asunción, Paraguay (+1 grado). Buenos Aires entra en el décimo puesto, con +0,7 grados.
Contribuyeron al informe decenas de expertos y asociados, entre ellos, las organizaciones de las Naciones Unidas, los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) y los centros mundiales de datos y análisis, así como los Centros Regionales sobre el Clima, el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas (WCRP), la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG), la Vigilancia de la Criosfera Global (VCG) y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, cuyo funcionamiento corre a cargo del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF).