La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente transmitida al ser humano a través de roedores silvestres, que actúan como reservorios naturales del virus. Estos animales presentan una infección crónica asintomática con viremia persistente, eliminando el virus a través de la orina, saliva y excrementos.
La causa más frecuente de transmisión es la inhalación, cuando se respira en lugares donde los ratones infectados, a través de sus secreciones, han contaminado con el virus. También se puede transmitir la enfermedad por contacto directo, al tocar roedores infectados, vivos o muertos, o sus heces u orina. La forma menos frecuente es la mordedura de ratones.
El síndrome cardiopulmonar por hantavirus puede manifestarse desde un cuadro leve con fiebre inespecífica, hasta una forma grave con insuficiencia respiratoria aguda y shock cardiogénico.
Hasta el 5 de octubre, el Ministerio de Salud Pública de la provincia de Salta notificó 4 casos positivos de infección por hantavirus en lo que va del 2025. Las personas que contrajeron la enfermedad tienen residencia una en Gaona, una en Joaquín V. González y dos en Hipólito Yrigoyen, respectivamente. Del total de confirmados, tres son de sexo masculino y uno femenino. Las personas son jóvenes de 20,26, 32 y 34 años de edad.
La supervisora del programa de Vigilancia Epidemiológica, Natalia Pastrana, explicó que “tres pacientes tuvieron una evolución clínica favorable y recibieron el alta médica, dos de ellos con residencia en el departamento Anta y uno en el departamento Orán”.
Agregó que, “el último caso confirmado es el de un paciente masculino, de 20 años de edad, quien falleció el sábado 4 de octubre, hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Vicente de Paúl, de Orán”.
Desde el Ministerio de Salud de Nación difundieron las siguientes recomendaciones:
Los síntomas iniciales suelen parecerse a los de un estado gripal e incluyen: fiebre superior a 38 °C, dolores musculares, escalofríos, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, sin compromiso de las vías respiratorias superiores. La detección y atención temprana son fundamentales para mejorar el pronóstico.
Las formas clínicas de presentación pueden clasificarse en:
- Forma febril indiferenciada.
- Formas con compromiso abdominal, renal, hemorrágico o neurológico.
- Síndrome cardiopulmonar (SCPH).
Medidas de prevención para la población:
Evitar la convivencia con roedores y el contacto con sus secreciones (orina, saliva, heces).
Si se encuentra un roedor vivo en el domicilio o peridomicilio: usar trampas para capturarlo (no intentar tocarlo o golpearlo).
Si se encuentra un roedor muerto, rociarlo con una solución de hipoclorito de sodio (lavandina) junto con todos los objetos o superficies que hayan podido estar en contacto con él. Dejar actuar durante al menos 30 minutos. Luego, recogerlo utilizando guantes y desecharlo de forma segura: enterrarlo a más de 30 cm de profundidad o incinerarlo.
Control del ingreso y anidación de roedores en las viviendas:
-Impedir el ingreso de roedores a las viviendas y evitar que hagan nidos.
-Tapar orificios en puertas, paredes y cañerías
-Ubicar huertas, pilas de leña u otros materiales a 30 cm del suelo y a más de 30 metros de la vivienda.
-Cortar el pasto y eliminar malezas en un radio mínimo de 30 metros alrededor del domicilio.
Limpieza y desinfección de los espacios:
-Realizar la limpieza de pisos, paredes, puertas, muebles y alacenas utilizando una parte de hipoclorito de sodio (lavandina) por nueve partes de agua. Dejar actuar al menos 30 minutos y luego enjuagar.
-Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
-Tener especial cuidado en la puesta en marcha de ventiladores y de aparatos de aire acondicionado cuyos filtros o conductos puedan haber tenido contacto con polvo contaminado, roedores o excretas de estos. --------Llegado el caso, realizar la limpieza adecuada previamente.
-Cubrirse con un barbijo N95.
Ventilación de espacios cerrados:
-Ventilar por al menos 30 minutos antes de ingresar a viviendas, galpones, depósitos o refugios ubicados en zonas rurales o silvestres, especialmente si han estado cerrados por períodos prolongados. Usar siempre barbijo N95 al ingresar a estos espacios.
-En caso de vehículos en desuso por varios días, ventilar el habitáculo antes de ingresar y utilizar el ventilador del vehículo con las ventanas bajas o puertas abiertas por un periodo prudencial para eliminar el polvo o aire que ingrese desde el motor donde puedan haber anidado roedores.
Medidas al acampar:
-Al acampar hacerlo en zonas alejadas de maleza y basurales.
-No dormir directamente sobre el suelo.
-Consumir agua segura (2 gotas de lavandina por cada litro de agua, y reposar 30 minutos antes de consumirla o hervir durante 2 ó 3 minutos).
Control de roedores en el entorno domiciliario:
-En ambientes silvestres no se realiza ningún tipo de control poblacional de roedores, debido a su importante rol ecológico.
-En el interior de las viviendas o en el peridomicilio, es posible controlar sus poblaciones mediante el uso de trampas mecánicas.
Según el CONICET, las hantavirosis son enfermedades infecciosas emergentes potencialmente mortales, causadas por el virus del género Orthohantavirus de la familia Hantaviridae que causan el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH) y el Síndrome Renal por Hantavirus (SFRH).
El Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH) ocurre en América y la tasa de mortalidad es cercana al 30%, aunque ha ido disminuyendo en los últimos años debido a la difusión de información sobre su ocurrencia. Esta enfermedad puede presentar desde un cuadro febril leve hasta manifestaciones más graves como un cuadro febril con mialgias, cefalea, tos, vómitos y dolor abdominal, que puede evolucionar en pocos días hacía una dificultad respiratoria grave seguida de muerte. Los hantavirus se mantienen en la naturaleza infectando roedores nativos de la Subfamilia Sigmodontinae (“roedores sigmodontinos”), estando cada variante de hantavirus asociada típicamente a una o a unas pocas especies de roedores.
Por su parte, el Síndrome Renal por Hantavirus (SFRH) ocurre en toda la masa continental euroasiática y áreas adyacentes. La tasa de mortalidad es del 12% o menos, dependiendo de la especie del hantavirus causante de la enfermedad. En América del Sur existen reportes de que el genotipo SEOV, uno de los que provoca este síndrome en los otros continentes, circula al menos desde 1985 asociado a la rata exótica y comensal Rattus norvegicus. Sin embargo, en la Argentina este virus no ocasionó ningún caso de SFRH.
El primer brote de SCPH en América fue caracterizado en los Estados Unidos en el año 1993, aunque según documentos históricos ya estaba presente con anterioridad. A partir del descubrimiento del virus “Sin Nombre”, asociado a ese brote, se han descubierto más de 30 variantes de hantavirus en América y, especialmente, en Sudamérica, incluyendo Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Brasil y Argentina.
En Argentina, el primer caso de SCPH fue identificado en el año 1995 en El Bolsón, provincia de Río Negro, y dio origen a la caracterización genética del virus Andes (ANDV). Desde ese momento, todos los años se registran casos de SCPH en humanos que se concentran en cuatro regiones que difieren en sus características ambientales, en la identidad genética del virus circulante, en las especies de roedores reservorio y en el número de casos presentes: a) NOROESTE: Salta, Jujuy y Tucumán; b) CENTRO: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos; c) PATAGONIA: Neuquén, Chubut, Río Negro y Santa Cruz; y d) NORDESTE: Misiones y Formosa.
Entre los años 1995 y 2018, más de 1500 casos de SCPH fueron registrados en el país, siendo las regiones del NOROESTE y CENTRO las que cuentan con la mayor cantidad de casos confirmados.
Historia del hantavirus
Se ha recorrido un largo camino para descubrir los hantavirus que se conocen en el mundo y establecer las características de las enfermedades que pueden causar.
A principios del siglo XX en Rusia, Corea y Japón se conocía una infección que producía fiebre, hemorragias y nefritis y se le dio nombres diferentes en distintas áreas geográficas, pero en la década los 1950s se llegó al consenso de llamarlas Fiebre Hemorrágica Epidémica.
Esta infección alcanzó mayor notoriedad en occidente cuando durante la guerra de Corea en los años 1950s más de 3000 soldados de Estados Unidos de América y de las Naciones Unidas sufrieron la enfermedad. En ese momento, la naturaleza infecciosa y zoonótica de la enfermedad ya estaba establecida, pero la causa y el modo de transmisión permanecieron esquivos hasta 1976, cuando el científico coreano Ho Wang Lee junto al virólogo Dr. Karl McKibben Johnson descubrieron el virus en los pulmones de ratones de campo (Apodemus agrarius) y confirmó el vínculo entre la infección en ratones y la enfermedad en humanos.
El virus descubierto en Corea se denominó virus Hantan en referencia al río Hantan que corre a lo largo del paralelo 38 de la península de Corea, región donde se describieron los primeros casos. Un enfoque similar se siguió en Finlandia, lo que condujo en 1980 al descubrimiento del virus Puumala en el topillo rojo (Myodes glareolus) asociado a nefropatía epidémica. En 1982, HW Lee identificó un segundo virus asociado con la enfermedad en Corea, al que llamó virus Seoul y cuyo reservorio natural es el guarén o rata parda (Rattus norvergicus) dado que este ratón tiene distribución urbana en todo el mundo, este virus también puede contagiarse en todos los continentes. A estos descubrimientos le siguió la identificación de otros hantavirus que causan la enfermedad en humanos en toda Eurasia. En 1982 la Organización Mundial de la Salud unificó el nombre de la enfermedad como Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal (FHSR) (OMS, 1985).
Los primeros casos de infección por hantavirus en el continente americano fueron identificados en 1993 en la región de Four Corners, en el sur oeste de Estados Unidos, su nombre deriva de la intersección de cuatro estados: Utah, Colorado, Arizona y New México.
En esta zona la enfermedad se manifestó en forma diferente. Se conocieron inicialmente dos casos de jóvenes nativos americanos y la infección se caracterizó por tener un compromiso severo del pulmón y del corazón; luego se confirmó con casos posteriores que el virus en América evolucionaba con insuficiencia respiratoria y shock cardiovascular, con alta mortalidad (síndrome cardio pulmonar por hantavirus = HCPS). Los estudios de estos casos llevaron al descubrimiento de un hantavirus diferente a los de Europa y Asia y se le denominó virus Sin Nombre, cuyo reservorio en la naturaleza es el Deer mouse (Peromyscus maniculatus). Desde entonces se han identificado muchos hantavirus en el continente americano que causan SCPH. (Con información de la página web: Hantavirus en el Mundo)

