La profesora Julieta Ursagaste, responsable de la Sede La Quiaca de la Escuela de Minas, fue seleccionada como una de las cinco finalistas de la campaña nacional #GraciasDocentes, una iniciativa de la Fundación Varkey que busca visibilizar y valorar la labor docente a través de historias reales que llegan a toda la sociedad.

“Este reconocimiento implica un mimo al alma. Lo recibo con mucha felicidad y también con nostalgia, en este año en el que transito mis 25 años de servicio en la docencia”, expresó Ursagaste. “Mis primeros alumnos ya fueron papás y sus hijos egresaron de esta sede. Uno va dejando una impronta, un sello en la institución. Aquí se me permitió generar una cultura de trabajo distinta, en equipo, con una mirada humana sobre la práctica diaria. Entonces este reconocimiento implica que no estamos equivocados con el rumbo, estamos acertados en el camino”.

Cada año, la Fundación Varkey abre una convocatoria abierta para que cualquier persona pueda postular a un docente que haya dejado huella en su comunidad. Para ello se completa un formulario breve donde se narran sus logros e impacto en la vida de los estudiantes. Luego, un comité especializado evalúa todas las postulaciones y selecciona a cinco finalistas, quienes son reconocidos públicamente durante septiembre a través de una campaña masiva.

"Yo no sabía de qué se trataba este reconocimiento, pero hubo gente que me nominó y les agradezco muchísimo", contó.

Luego de la postulación, fue entrevistada desde Buenos Aires y finalmente seleccionada entre los cinco finalistas, cuyas fotos son exhibidas en carteles de vía pública durante septiembre, el mes de la educación. “Ver mi foto ahí me genera muchísima emoción y gratitud”, aseguró.

El reconocimiento no solo fue celebrado por ella, sino también por toda la comunidad educativa, que "lo recibió con mucha alegría, compartiendo mi felicidad. Recibí saludos de colegas, directivos, jubilados, estudiantes. Los abrazos son significativos dentro y fuera de la institución”.

"Me gustaría poder decirles a todos los docentes que esta es una instancia que revalida la educación. No es un premio a una persona, sino un premio a la educación. La educación vale la pena y las instituciones escolares deben acompañar y contener a través de una comunicación afectiva y efectiva a todos los estudiantes”.

En ese sentido, subrayó la importancia de la mirada humana en la práctica diaria ya que "no sabemos de qué tormentas vienen nuestros alumnos, por lo tanto es importante escucharlos y acompañarlos en su trayectoria escolar".

"Sé que muchas veces el docente atraviesa dificultades, estrés, más que nada el profesor que trabaja de un lado para el otro, y la tarea se hace difícil. Pero tenemos que tener esperanza de que todo lo que hacemos va a tener grandes recompensas en vida, porque estamos formando a jóvenes que van a ser el futuro del país y del planeta”.

La profesora agradeció, por último, a la UNJu "por la oportunidad que me dio al designarme responsable de la Sede cuando se creó hace 8 años, al equipo directivo de la Escuela de Minas, a los docentes y a mis queridos alumnos. Este es un momento de felicidad compartida y un orgullo para mí enaltecer a la Universidad y a la Escuela con el trabajo que realizo a diario”.