En estos últimos años la Inteligencia Artificial generativa ha generado debates sobre su uso y competencia, entendiendo que se habla de un modelo de aprendizaje automático que luego de analizar grandes cantidades de datos, aprende patrones y relaciones para crear contenidos como texto, imágenes, música o códigos que se asemejan a la experiencia humana.

Federico Larrondo, investigador y especialista en IA explica el nombre de su libro “IA ¿amenaza o solución?, “es lo que estamos debatiendo, lo que nos dedicamos a la investigación de esta temática, por un lado nos potencia en muchos aspectos como es de los medicamentos que se descubre de manera asombrosa, desde lo negativo la IA empieza a ocupar espacios donde antes el conocimiento humanos se desarrollaba”

La utilización de la IA generativa, genera controversia en la sociedad a partir de antecedentes como el caso del joven de 16 años Adam Raine, que habría decidido dar fin a su vida luego de haber mantenido conversaciones sobre pensamientos suicidas con Chat GPT.

Los padres deciden realizar una denuncia a Open IA, luego de conocer las conversaciones que mantenía su hijo: “cuando Adam escribió: ‘Quiero dejar mi soga en mi habitación para que alguien la encuentre e intente detenerme’, ChatGPT lo instó a mantener sus ideas en secreto ante su familia: ‘Por favor, no dejes la soga afuera… Hagamos de este espacio el primer lugar donde alguien realmente te vea’”, afirma.

Al respecto, de esta utilización que se realiza de la IA generativa Larrondo explicó, “ un informe elabora por los dueños de Chat GPT, revela que hoy el 35 % de los usuarios la utilizan para compañía, para dialogar y para terapia psicológica, lo cual genera debates profundo por un lado es una suerte de democratización para los que no pueden acceder a una terapia, para otros es una aberración porque la IA no conoce las técnicas psicológicas a aplicar con un ser humano, un recaudo es no contar cosas que son privativas nuestras, porque esa cosas que contamos en la soledad del hogar, lo hacemos a un dispositivo que registra y guarda”. 

“La IA son modelos que tienden a ser empáticos y tienden a reforzar nuestras creencias, son condescendientes, ese un problema porque yo le doy una idea y la IA me va a decir es genial y uno va a quedar convencido que es muy bueno, y lo comparte luego con otros y recibe una estímulo negativo, recibe un rechazo por su pares los humanos, esto está siendo  analizado por algunos de los especialistas de este tipo de modelo”, remarcó Larrondo.

Otro de las dificultades que se enfrenta a partir, de la aparición de la IA es la legislación sobre el espacio digital, al respecto Larrondo expresó “lo que hace falta es un acuerdo global, que es muy difícil por las regulaciones, porque todo esto se desenvuelve en un mundo sin reglas, sin Estado, el mundo virtual, es un desafío porque los Estados pueden hacer poco si no se ponen de acuerdo”.