La glándula pineal es una estructura diminuta, ubicada en el centro del cerebro, que cumple funciones esenciales para el equilibrio biológico.
"La glándula es muy pequeña y está ubicada en el centro del cerebro entre los dos hemisferios, y tiene muchas funciones fisiológicas, entre ellas producir una hormona circadiana, la melatonina, que se produce en ausencia de luz”, explicó la directora del Instituto de Estudios Celulares, Genéticos y Moleculares de la Universidad Nacional de Jujuy, Dra. Nancy Hernández, que trabaja en el estudio del órgano pineal desde hace 20 años.
El ritmo circadiano es el ciclo natural de aproximadamente 24 horas que regula funciones del cuerpo como el sueño, el metabolismo, la temperatura y la liberación de hormonas, en respuesta a los cambios de luz y oscuridad. Gracias a este ciclo, el organismo mantiene un equilibrio interno y se adapta al ambiente de forma natural.
La melatonina es una hormona circadiana y su función principal es la regulación del sueño. Tal como señala Hernández, “esta hormona permite dormir, me induce al sueño, al descanso, a la reparación del daño celular que se ocasiona durante el día por el desgaste metabólico”. Su producción ocurre principalmente durante la noche, siempre y cuando el ambiente esté en oscuridad ya que “la luz inhibe la producción de esta hormona”.
Pero la luz también cumple otro papel fundamental durante el día. La especialista destacó que la exposición a la luz solar es necesaria para estimular la producción de serotonina, otra molécula relacionada con el estado de ánimo, la vitalidad y el ciclo sueño-vigilia, que se produce en la glándula pineal y en el intestino.
"Tenemos que pensarnos como animales diurnos, estar activos durante el día y a la noche en la oscuridad”. Y es que el cuerpo humano recibe la información lumínica que ingresa por los ojos y se codifica en la glándula pineal que actúa como un reloj interno que permite saber qué hora del día es y qué hormonas deben predominar.
"La glándula nos mantiene en equilibrio, produce la cantidad necesaria de serotonina o melatonina según la luz que reciba".
Por eso, recomienda que los ambientes acompañen estos ritmos naturales: luz solar durante el día, oscuridad total durante la noche. La presencia de pantallas, luces intensas o hábitos nocturnos pueden alterar este ciclo y afectar el descanso y la salud celular.
Estrés, envejecimiento y hábitos que cuidan la glándula pineal y nuestra salud
Como muchas estructuras del cuerpo, la glándula pineal puede deteriorarse con el tiempo. Hernández explicó que “la glándula se va afectando y va perdiendo su capacidad cuando se va calcificando. La calcifica la edad, el estrés, y algunos compuestos químicos”. El estrés, en particular, aumenta la producción de cortisol, una hormona que puede interferir con los ritmos naturales del organismo.
Por eso, recomienda priorizar actividades que fomenten la calma y el equilibrio emocional ya que "es importante controlar el estrés. Cuando nos sentimos en paz es cuando superamos el estrés".
Descanso, luz natural y menos pantallas
La clave para mantener la salud de la glándula pineal y con ella, del sueño, el sistema inmunológico y el bienestar general, está en hábitos cotidianos sencillos:
-
Exponerse a la luz solar en horarios seguros por la mañana o después de las 16 horas.
-
Reducir pantallas y luces intensas por la noche.
-
Asegurar oscuridad total en el dormitorio.
-
Mantener rutinas de sueño estables.
-
Regular el estrés mediante descanso, actividad física y pausas saludables.
Pequeños cambios que, según la evidencia científica, pueden mejorar el sueño, la energía diaria y la capacidad del cuerpo para recuperarse.

