El Consejo Superior de la Universidad Nacional de Jujuy aprobó la propuesta del Área de Derechos Humanos de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales en distinguir con el título de Doctorado Honoris Causa al Equipo Argentino de Antropología Forense, en representación estuvieron presentes Diego Argañaraz Fochi y el Lic. Alejandro Vázquez Reyna, integrantes del Equipo de Antropología Forense.

El Mg. Ing. Mario Bonillo, rector de la Universidad Nacional de Jujuy, al momento de su discurso, destacó la importancia del reconocimiento al Equipo Argentino de Antropología Forense.

Sobre la distinción, Bonillo explicó: "Quiero agradecer a todo el equipo de la Facultad, el Consejo Académico de la Facultad, que llevó la propuesta al Rectorado y un agradecimiento especial sobre todo al equipo Argentino de Antropología Forense, porque nos permiten como universidad recuperar el sentido de los símbolos que tiene la institución".

Bonillo reiteró que la entrega de la distinción recupera el sentido de honor y causa: "Ustedes saben que en estos tiempos, donde queremos que a alguien le digan doctor, entonces busquemos quién le da el honor y causa, donde el honor y causa pasa a ser un producto de la góndola, donde se pierde el sentido de todo, qué importante que es poder permitirnos nosotros, como Universidad Nacional de Jujuy, recuperar también el verdadero sentido de lo que es un honor y causa y hacerlo con este equipo".

"Voy a tomar una tangente a lo que decía recién Soledad, refiriéndose a la Universidad, nos permite recuperar el porqué tenemos autonomía, el porqué hay libertad de cátedra y  tiene que ver con cuidar, proteger, sobre todo fomentar y seguir cultivando la ciencia incómoda, la ciencia comprometida y este equipo justamente lo que hace es eso, es la ciencia que necesitamos y realmente queremos cambiar el mundo para bien, para todos y todas" aseguró el Rector.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) es una prestigiosa organización científica, no gubernamental y sin fines de lucro, creada en 1984. Desde aquel entonces, se dedica a contribuir con la investigación de casos de violaciones a los derechos humanos a través de las ciencias forenses. La Asociación también formó parte de la creación del Banco de Datos Genéticos de la Nación. Desde su conformación en nuestro país responde a la necesidad de investigar los casos de desaparición forzada en la última dictadura y el periodo previo al golpe y en la identificación de restos de personas asesinadas y desaparecidas.

El EAAF realiza incalculables aportes a la búsqueda de la Verdad y la Justicia en investigaciones judiciales y de organizaciones de la sociedad civil, integrando las herramientas de la antropología y la arqueología a una metodología que involucra al contexto incorporando al testimonio como herramienta fundamental de su tarea.

Al momento de su discurso, el Lic. Alejandro Vázquez Reyna destacó la emoción y la alegría en la entrega: "Estoy muy emocionado, es muy fuerte esto son muchos años también de trabajo, viendo tantas caras conocidas acá, la verdad que uno se siente como en casa, siempre tuve una relación muy linda con Jujuy, el equipo siempre estuvo presente desde hace muchísimos años acá y la verdad que es todo emoción, alegría, también sentimos esta responsabilidad de continuar con el trabajo, de acompañar las investigaciones, estamos en representación de todo el equipo, pero sabemos que también mandan muchos abrazos y saludos nuestros compañeros y compañeras que están también pendientes y los abrazan".

Por su parte, Diego Argañaraz Fochi también explicó cómo a partir de una demanda social, la ciencia puede aportar con una construcción colectiva del conocimiento la búsqueda de justicia.

Sobre el tema Fochi explicó: "Pensábamos hace un ratito, en cómo empezar un poco la conferencia, y se nos vino a la cabeza una cuestión que tiene que ver con cómo la sociedad, en un determinado momento histórico político toma la decisión, de que determinados crímenes de que determinadas conductas que habían acaecido hasta determinado año, se va a tomar la decisión de manera colectiva de que eso no va a quedar impune, de que eso se va a juzgar, de que se va a buscar y de que se va a identificar a las personas que atravesaron ese proceso".

Fochi reiteró que la academia brindó las respuestas ante el pedido de la sociedad: "Fíjense, como esa decisión tomada de manera colectiva por nosotros, en definitiva, acarrea al ámbito científico y de alguna manera lo interpela, y con qué profundidad lo interpela, que una disciplina que hasta el momento, como era la antropología, no estaba del todo inmiscuida en cuestiones que tenían que ver con los forenses, es decir, con presentar pruebas ante la justicia, para dar cuenta de cómo habían sido determinados hechos, determinadas lógicas, determinados mecanismos de exterminio y desaparición".

"De pronto, a partir de una demanda social, la academia da respuestas y esas respuestas de alguna manera se canalizan a través de estudiantes de arqueología, que fueron los fundadores del equipo, quienes aplicando el método científico, el rigor metodológico, en los años venideros, van a poder dar cuenta de cómo fueron esas lógicas de desaparición y en el mejor de los casos llegar a las identificaciones".

Sobre la construcción colectiva del conocimiento, Fochi aseveró: "Lo queríamos destacar porque es un poco el eje que atraviesa este honor y causa que tiene que ver con la construcción colectiva del conocimiento, con cómo se produce el conocimiento, que no es solo en los claustros, que muchas veces y no encuentro un ejemplo más más conmovedor más lindo, afortunadamente que el que nos toca, de cómo a partir de una demanda social, de cómo a partir de la demanda de familiares, de organismos de derechos humanos, ellos empiezan a reclamarle al sector político, al sector judicial, pero también al académico en decir cómo se resuelve esta problemática, cómo nosotros podemos presentar ante los estrados judiciales pruebas que permitan el enjuiciamiento y eventual castigo de las personas que fueron responsables de esos actos".

Por último, Fochi aseguró que la construcción de la ciencia es colectiva: "Con el devenir de la antropología forense, ya de manera definitiva como una ciencia que se va a abocar a la identificación de personas, empezamos a notar que solo con nuestra disciplina no era suficiente, entonces, empezamos a atender puentes con otras disciplinas, como fue posteriormente la biología, la genética forense, la entomología, la criminalística, etcétera, entonces empezamos a trabajar de manera articulada, para lograr de alguna manera, más verdad, más justicia y una ciencia mucho más eficaz que nos permitiera llegar a resultados satisfactorios como sociedad".

De alguna manera nosotros hoy venimos en representación del equipo que el equipo para sí tiene un carácter interdisciplinario porque somos antropólogos, hay arqueólogos, hay genetistas, hay arquitectos, biólogos, así que, en definitiva, esta mención honorífica que a nosotros nos pone sumamente contentos es también compartirla con ustedes, porque ustedes forman parte de la sociedad, porque nosotros formamos parte de la sociedad, creo que a partir de la ciencia se puede hacer que de alguna manera seamos un poco más justos, un poco más solidarios y que podamos vivir un poco mejor".