El presidente Javier Milei firmó el veto total a la ley de reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), impulsada por todos los gobernadores, luego de su aprobación en el Congreso. La medida marca un nuevo capítulo en la relación entre el Ejecutivo y los líderes provinciales.

El veto se da en un contexto de alta tensión política para el Gobierno, con repercusiones tras el resultado en las elecciones bonaerenses y la interna dentro del oficialismo, así como las secuelas del escándalo por los audios del extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).

La norma había sido sancionada en ambas cámaras del Congreso tras un acuerdo de los 24 distritos, pero ahora el Ejecutivo decidió que no se implementará la distribución de los ATN. La medida generó cautela entre los gobernadores, especialmente aquellos que integran el bloque de Provincias Unidas, quienes habían pedido que no se vetara la normativa.

¿Qué son los ATN?

El Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) está previsto en la Ley de Coparticipación Federal para atender “situaciones de emergencia y desequilibrios financieros” de los gobiernos provinciales. Según la norma, del total de impuestos coparticipables, el 42,34% queda en el Gobierno nacional, el 56,66% se distribuye automáticamente entre las provincias, y el 1% restante se reserva para los ATN.

Estos fondos se consideran transferencias no automáticas o “discrecionales”, porque el Ejecutivo nacional podía decidir cómo repartirlos, sin criterios ni prioridades previamente establecidos. La iniciativa aprobada por el Congreso buscaba modificar esta modalidad y establecer que los ATN se coparticipen de manera automática y diaria, como el resto de los fondos, integrando plenamente la masa coparticipable.

Estos recursos se giraron hasta ahora de forma discrecional, y la nueva ley buscaba cambiar esa lógica para garantizar previsibilidad y regularidad en la distribución.

Las provincias

Los gobernadores de Provincias Unidas tendrán una segunda foto de unidad este viernes en la exposición rural de Río Cuarto. El acto genera expectativa por la tensión que los mandatarios provinciales mantienen con la Casa Rosada tras la convocatoria pública que se hizo para retomar el diálogo, que en la mayoría de los casos no se concretó y que despertó sospechas por su vínculo temporal con la derrota electoral bonaerense.

Juan Schiaretti y Martín Llaryora, serán anfitriones y recibirán a Carlos Sadir (Jujuy), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Gustavo Valdés (Corrientes), mientras que Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz) no asistirán por cuestiones de agenda.

En declaraciones a medios nacionales, Valdés, advirtió que es necesario evitar “una trampa electoral”, en referencia al anuncio del Gobierno. “Lo que nosotros necesitamos es poder articular en serio”, afirmó. 

Pullaro, por su parte, consideró que debería ser el propio presidente quien reúna a los gobernadores, en vez de sus ministros. Según relató, con Guillermo Francos, jefe de Gabinete, se firmaron acuerdos que luego no se cumplieron.

“Es muy difícil restablecer la confianza cuando alguien pone mucha buena voluntad, pero no tiene el poder para materializar lo que se plantea en las reuniones”, explicó.

“Jujuy sigue esperando respuestas y recursos que la Nación nunca envió”, sumó Sadir en la misma línea.

En paralelo, este jueves al mediodía Francos, Catalán y el ministro de Economía, Luis Caputo, inauguraron la mesa federal con los únicos tres gobernadores con los que llegaron a un acuerdo electoral: Leandro Zdero (Chaco), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), aunque en declaraciones afirmaron que “nunca nos dieron nada”.