La muerte súbita es una muerte que ocurre inesperadamente en una persona aparentemente sana y constituye el evento final de un conjunto de patologías cardíacas.
La misma, representa un problema de salud pública, y más del 70% de los casos se producen en el ámbito extrahospitalario (hogar, trabajo, campos deportivos y otros lugares públicos), transformando a la comunidad no médica en la primera encargada de atender un episodio de esta naturaleza dada la escasa ventana temporal para aplicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que reviertan el cuadro.
Teniendo en cuenta los reportes internacionales, la incidencia anual de paro cardíaco extrahospitalario es variable y oscila entre 20 y 140 casos por 100.000 habitantes. Si bien las estadísticas vitales de la Argentina no reportan como causa de defunción a la muerte súbita, en base a la información internacional y según reportes nacionales, podemos estimar localmente unos 40.000 casos anuales.
En base a estas consideraciones, se espera aproximadamente 1 caso de muerte súbita cada 1000 habitantes y es por este motivo que, epidemiológicamente, resulta razonable establecer la obligatoriedad de contar con al menos un cardiodesfibrilador automático externo (DEA) en lugares públicos y privados de acceso público con concentración o circulación diaria superior a 1000 personas por día.
Al respecto, Guillermina Eleit, médica especialista en cardiología y epidemiología, señaló que las enfermedades cardiovasculares ocupan el mayor porcentaje de muertes del mundo, “una de cada tres enfermedades cardiovasculares se manifiesta de forma de muerte súbita, es decir que una de cada tres personas puede tener un evento de esos”.
En ese sentido, destacó que lo más importante es que la mayoría de las personas puedan aprender maniobras de RCP, “dado que de esta manera disminuiríamos en gran porcentaje la posibilidad de que esa muerte se haga efectiva”.
“Cuando se produce un evento de este tipo, lo primero que hay que hacer es alertar al servicio de emergencia, seguidamente realizar las maniobras de RCP. Actuando en los primeros 3 minutos se aumenta en un 70% las posibilidades de supervivencia”, recalcó Eleit.
Recomendaciones para cuidar la salud integral del corazón:
● Chequeos médicos
● Alimentación saludable
● Ejercicio físico
● Controlar la presión arterial
● Reducir el estrés
● Evitar el consumo de tabaco
● Reducir el consumo de alcohol
● Mantener un peso saludable
● Dormir al menos ocho horas por día

