Este 3 de junio se cumplen diez años de la primera marcha de Ni Una Menos, el movimiento que marcó un antes y un después en la historia del feminismo en Argentina y América Latina. La consigna que nació como un grito colectivo contra la violencia machista sigue vigente, y duele. A una década del femicidio de Chiara Páez, las cifras de femicidios no bajan y las políticas públicas retroceden.
Chiara tenía 14 años. Fue asesinada por su novio en mayo de 2015 en Rufino, provincia de Santa Fe. Su cuerpo fue hallado enterrado en el patio de la casa del femicida. El caso conmovió al país entero. Apenas un mes después, una movilización histórica bajo la consigna Ni Una Menos copó las plazas de todo el país para exigir respuestas ante las violencias por motivos de género. La consigna no tardó en convertirse en un símbolo regional e internacional.
Diez años después, la justicia sigue sin saldar cuentas. En 2022, la Corte Suprema de Santa Fe anuló la condena de 21 años que pesaba sobre Manuel Mansilla, femicida de Chiara, y ordenó que sea juzgado nuevamente por la Justicia de Menores, bajo el cargo de “tentativa de homicidio”. Tenía 17 años cuando cometió el crimen.
Mientras tanto, la realidad muestra que la violencia no cesa. Según el último informe del Observatorio MuMaLá, entre el 1 de enero y el 29 de abril de 2025 se registraron 93 femicidios en Argentina: uno cada 31 horas. A eso se suman 344 intentos de femicidio. En más de la mitad de los casos, los femicidios ocurrieron dentro de la vivienda de la víctima.
Además, en el marco del ajuste a nivel nacional, el Ministerio de Justicia, a cargo de Mariano Cúneo Libarona, eliminó 13 programas que antes gestionaba el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, entre ellos el de Apoyo Urgente y Asistencia Integral ante casos de Violencias Extremas, y el de promotoras territoriales. En redes sociales, el ministro celebró el cierre de estos programas, anunciando un supuesto ahorro de 6 mil millones de pesos.
En Jujuy, la violencia también golpea. En lo que va del año se registraron tres femicidios: el de Angelina González, asesinada por un joven de 25 años que luego intentó suicidarse, el de Paula Vargas, asesinada por su expareja en su casa de Alto Comedero, donde también resultó herido uno de sus hijos y el de Tamara Fierro, la joven madre que fue asesinada en Fraile Pintando, cuyo cuerpo fue encontrado en un descampado totalmente calcinado.
Ante este escenario, las organizaciones de mujeres vuelven a marchar acompañadas de toda una comunidad conmocionada por los recientes crímenes. Desde la Multisectorial de Mujeres y Disidencias de Jujuy convocan a movilizarse este martes 3 de junio a las 17 horas en Plaza Belgrano. También invitan a sumarse en redes sociales con fotos y videos bajo la consigna #NiUnaMenos.
"Este 3 de junio se cumplen 10 años del primer Ni Una Menos, que estalló en Argentina con un grito generalizado de toda la población que salió a las calles por el crimen de Chiara. Pero lamentablemente, a diez años, tenemos que estar atravesando 3 femicidios en menos de un mes", dijo Romina Canchi, integrante de la Multisectorial.
Para la referente hoy "hay un retroceso", respecto a las conquistas para prevenir, erradicar y sancionar la violencia de género, que son producto de "una bajada de línea de políticas de odio", en todo el país.
"Esto ya no es solo un discurso de odio, es una política de odio y se traduce en lo concreto en muertes, y gran parte de la responsabilidad la tienen los funcionarios que incentivan el odio hacia las mujeres. Escuchar ciertas declaraciones, no sólo es un retroceso sino una ofensa. Esto no es casual ni producto de la ignorancia, es intencional", agregó respecto a las declaraciones del secretario de Seguridad de la provincia que calificó el femicidio de Tamara Fierro como "crimen pasional".
Además, "estamos en un contexto donde, desde un presidente hasta un ministro, se sienten impunes para incentivar el odio hacia las mujeres e incentivar a través de políticas públicas, desmantelando todos los programas para prevenir la violencia de género. Esto se traduce en lo concreto en muertes. Las palabras de los funcionarios se traducen en lo que pasa en la vida cotidiana con muertes, con violaciones, con violencia", advirtió.
La violencia de género no es un tema privado. Es estructural, es política, y sigue cobrando vidas. Sin políticas públicas, sin presupuesto, sin voluntad estatal, el ajuste también mata.
Este 3 de Junio, salimos a las calles porque no queremos ni una más, ni una menos.