El Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta sanitaria tras un brote de Fiebre Tifoidea en la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de una bacteria que está presente en alimentos contaminados y no se conocían casos en Argentina desde hace 21 años.

Según el reporte, publicado en el Boletín Epidemiológico Nacional N°753, hasta el momento se identificaron 10 personas atendidas entre el 9 de marzo y el 22 de abril en dos establecimientos de CABA, todos residentes en la PBA. Además, se está investigando un caso asistido en un establecimiento privado de PBA, fallecido el 17 de abril, familiar de dos casos afectados.

Qué es la fiebre tifoidea y cómo se contagia 

La fiebre tifoidea es una enfermedad bacteriana sistémica potencialmente mortal causada por la bacteria del género Salmonella entérica serovariedad Typhi (S. Typhi), la cual suele transmitirse a través del agua o alimentos contaminados. Una vez ingerida, la bacteria se multiplica y pasa al torrente circulatorio.

Produce una serie de intensos cuadros febriles y gastrointestinales con síntomas como:

  • Fiebre alta prolongada
  • Náuseas y vómitos
  • Diarrea o estreñimiento
  • Dolor abdominal
  • Dolor de cabeza y fatiga
  • En algunos casos, erupciones cutáneas


Si no se diagnostica a tiempo, puede generar complicaciones graves como perforaciones intestinales o infecciones sistémicas que amenazan la vida. La letalidad de la enfermedad varía entre el 1% y el 10%, lo que resalta la importancia de un diagnóstico y tratamiento oportunos. La presencia de esta bacteria se confirma con un análisis de sangre y requiere tratamiento antibiótico. 

Además, según los especialistas, incluso luego de la recuperación, algunos pacientes pueden seguir siendo portadores de la bacteria y, por lo tanto, pueden transmitirla a otras personas a través de las heces. Por este motivo es importante:

  • Completar el tratamiento antibiótico indicado.
  • Evitar preparar y servir alimentos hasta tener la confirmación de no portar más la bacteria, con lo que se reduce la probabilidad de transmisión.
  • Lavarse minuciosamente las manos con agua y jabón después de ir al baño, y con mayor frecuencia.
  • Someterse a pruebas de laboratorio para comprobar que no siguen siendo portadores de la bacteria cuando sea indicado.

Cómo prevenir la fiebre tifoidea

Desde el Ministerio de Salud de la Nación recomiendan:

  • Elegir alimentos seguros: leche y derivados pasteurizados.
  • Evitar el consumo de alimentos que contengan huevo crudo o poco cocido. Especialmente si se encuentra entre los grupos de mayor riesgo (niños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad e inmunosuprimidos).
  • Separar carnes crudas (vacuna, ave o pescado) de otros alimentos en todo momento: al realizar las compras, al almacenar en heladera y durante la preparación de las comidas/platos.
  • No lavar pollo crudo o carne cruda antes de cocinarlos ya que esto propaga gérmenes en la cocina: sólo la cocción destruirá las bacterias presentes.
  • Cocinar completamente (por encima de 71°C en el centro del alimento) las carnes rojas, de ave, huevo y las preparaciones que los contengan.
  • Una vez cocidos los alimentos deben mantenerse a una temperatura por encima de los 60°C, de lo contrario llevarlos a la heladera hasta el momento de su consumo.
  • No dejar las preparaciones por más de una hora a temperatura ambiente.
  • Mantener los alimentos elaborados con huevo crudo como la mayonesa, salsas, helados, cremas, masas de pastelería a temperaturas seguras (calientes por encima de 60ºC o refrigerados en la heladera) hasta su consumo. Tras su consumo, refrigerar los excedentes inmediatamente y desecharlos transcurridas las 24 horas.
  • Usar agua segura para el lavado de manos, dientes; preparación y cocción de alimentos, cocinar o lavar las verduras y frutas.; limpieza de superficies y utensilios; para beber o elaborar hielo, helados, jugos e infusiones; reconstitución de fórmulas lácteas, entre otros.
  • Agua de pozo: Hervir 2-3 minutos o desinfectar con lavandina que indique en el rótulo “apta para desinfectar agua” y registrada en ANMAT, teniendo en cuenta las gotas de lavandina indicadas en el envase y dejarla reposar 30 minutos antes de utilizarla. Por ejemplo, para lavandina (55 gr Cl/l), colocar 2 gotas por cada litro de agua.
    • Reservorios de agua: Limpiar con frecuencia los tanques, cisternas, etc. y verificar su estado (tapados, sin grietas).
  • Aguas de recreación:
    • Clorar el agua de las piletas hogareñas.
    • Evitar el ingreso a piletas de personas con síntomas gastrointestinales y controlar si hay niños/as con pañales, que los mismos no contaminen el agua (recambio seguido de los mismos, recambio de agua inmediato ante la presencia de materia fecal).
    • Antes de ingresar a aguas recreativas verificar las características del agua. Esta debe ser transparente y debe estar libre de materias flotantes, espuma y no debe existir suciedad en el fondo de la pileta.
    • Evite nadar después de una lluvia fuerte. 
  • Lavarse las manos: con agua y jabón, después de ir al baño, cambiar pañales o estar en contacto
    con animales o sus heces, y antes de preparar y/o consumir alimentos.
  • Lavado de frutas y verduras: Lavar cuidadosamente frutas y verduras con abundante agua
    segura, especialmente si se consumen crudas. En el caso de verduras de hoja, lavar hoja por hoja.