Cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en reconocimiento a la primera reunión de trabajo de las Naciones Unidas sobre la población Indígena que tuvo lugar en Ginebra en 1982.
El 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (1995-2004) se celebre cada año el “Día Internacional de los Pueblos Indígenas” el 9 de agosto. En 2004, la Asamblea proclamó un Segundo Decenio Internacional, del 2005 al 2015, con el tema “Un decenio para la acción y la dignidad”.
Para la UNESCO, la sostenibilidad mundial debe asentarse en unas bases locales que tengan en cuenta las opiniones y las necesidades de las comunidades locales, incluidas las de los pueblos indígenas. En este sentido, en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, aprobada en 2007, se reconoció que “el respeto de los conocimientos, las culturas y las prácticas tradicionales indígenas contribuye al desarrollo sostenible y equitativo y a la ordenación adecuada del medio ambiente”.
Según las Naciones Unidas, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas 2025 pone el foco en este tema con el lema: “Pueblos Indígenas e IA: defendiendo sus derechos de cara al futuro”.
La inteligencia artificial está cambiando el mundo rápidamente. Para los Pueblos Indígenas, esto representa tanto una oportunidad como un riesgo.
Aunque la IA puede apoyar la revitalización cultural, el empoderamiento de la juventud y hasta la adaptación al cambio climático, a menudo refuerza los prejuicios, la exclusión, y la tergiversación hacia las comunidades Indígenas.
La mayoría de los modelos de la IA se desarrollan sin la participación Indígena, lo que conlleva el riesgo de un uso indebido de sus datos, conocimientos e identidades.
Además, la creación de centros de datos masivos en sus entornos también pueden afectar las tierras, los recursos naturales y los ecosistemas Indígenas. Se trata de un nuevo problema que se suma a la ya existente barrera de acceso a las nuevas tecnologías, especialmente en zonas rurales, lo que reduce su participación en los procesos relacionados con la IA.
Para liberar todo el potencial de la IA, los Pueblos Indígenas deben ser reconocidos como titulares de derechos, co-creadores y tomadores de decisiones. La inclusión significativa, la soberanía sobre sus los datos y la innovación con base cultural son clave para garantizar que la IA empodere a sus comunidades, sin dejar a nadie atrás.
Existen alrededor de 476 millones de Indígenas viviendo a lo largo de 90 países. Estos pueblos constituyen alrededor del 6% de la población mundial, y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables representando al menos el 15% por ciento de los más pobres en el mundo.
Los Pueblos Indígenas han heredado y practican culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente. Retienen, además, rasgos sociales, culturales, económicos y políticos que son distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven.
Pese a sus diferencias culturales, los Pueblos Indígenas de todo el mundo comparten problemas comunes a la hora de proteger sus derechos como pueblos diferentes.
Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales.
Pese a ello, a lo largo de la historia, sus derechos han sido siempre violados. En la actualidad, se encuentran sin duda entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del mundo. La comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.