Desde 2022, la Escuela de Educación Profesional de la Universidad Nacional de Jujuy, conocida popularmente como la Escuela de Oficios, viene abriendo nuevos caminos para miles de jujeños y jujeñas. Con más de 4.000 certificados entregados en más de veinte especialidades, como Plomería, Termofusión, Construcción en Durlock o Gastronomía Regional, no solo se trata de una salida laboral: para muchas personas, también es la puerta a un emprendimiento propio.

Ese es el caso de Gabriel Oña, egresado del curso de Instalación de Cámaras de Seguridad, quien hoy encabeza su propio proyecto Argos Video Vigilancia, un emprendimiento nacido de las aulas de la EEP.

"Fue una grata experiencia porque pude especializarme, ampliar conocimientos y lanzarme como emprendedor", cuenta Gabriel sobre su experiencia durante el curso en el que "practicamos dentro del edificio de la UNJu, con capacitadores que tenían mucha experiencia y todos los materiales necesarios para aprender".

El curso "estaba diseñado para personas sin conocimientos previos, había compañeros que no sabían nada de electricidad, y aprendieron desde cero, tanto la parte teórica como la práctica. Nos brindaron cámaras reales e insumos para trabajar en la instalación y puesta en funcionamiento", comentó.

Durante su paso por la EEP, Gabriel no solo adquirió habilidades técnicas, sino también pudo construir una visión clara del potencial del rubro: "antes, las cámaras eran caras y difíciles de conseguir. Hoy, hay muchísimas variedades: con audio, rotación de 360°, visión nocturna o conexión remota desde el celular gracias a la tecnología P2P".

Sin embargo, advirtió a aquellas personas interesadas en adquirir una cámara de seguridad que no todo lo que se vende como cámara es confiable ya que "las cámaras que se compran en ferias suelen durar poco. Tienen menos alcance —unos 5 metros—, no resisten polvo o humedad, y las aplicaciones muchas veces dejan de funcionar porque no tienen servidor propio. En cambio, una cámara original arranca en 50 mil pesos, pero viene con garantía y soporte técnico”.

Gracias a lo aprendido, Gabriel ya trabajó en instalaciones de centros de monitoreo, incluso en lugares sin red eléctrica, utilizando cámaras solares. También en barrios alejados, donde vecinos se organizaron para colocar cámaras comunitarias. "Eso les dio tranquilidad y ayudó a prevenir delitos. Las cámaras no solo registran, también son disuasivas. Y hoy algunas usan inteligencia artificial para activarse solo ante movimientos", explicó.

Su emprendimiento Argos Video Vigilancia, bautizado en honor a una mascota que apreciaba mucho y "era muy protectora", ofrece trabajos particulares de instalación de cámaras, sistemas de seguridad y próximamente alarmas inalámbricas. “Estoy armando redes sociales para mostrar todo lo que hacemos. Por ahora, me pueden contactar al 3885139459”, agregó.

La experiencia de Gabriel refleja el impacto concreto que tuvieron los cursos de formación profesional como una herramienta accesible que permite adquirir conocimientos técnicos, insertarse en el mercado laboral e incluso iniciar un emprendimiento propio.