Erika kuiken, investigadora y delegada de ATE-CONICET en Jujuy, confirmó una jornada de paro nacional para los días 6 y 7 de agosto. Denuncian pérdida de poder adquisitivo, recorte de becas y cargos sin efectivizar desde 2021. El reclamo apunta directamente al presidente del organismo, Daniel Salamone.
En medio de una creciente visibilidad pública por los logros científicos del CONICET ( Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) —como las recientes investigaciones en aguas profundas frente a Mar del Plata y el descubrimiento de nuevas especies—, el organismo científico nacional enfrenta una nueva jornada de lucha y paro. La medida, decidida en asamblea nacional, fue convocada para los días 6 y 7 de agosto con acciones en diferentes puntos del país.
“Estamos en un contexto muy preocupante. A pesar de los logros científicos, hay un vaciamiento sistemático del CONICET”, expresó Erika, investigadora del organismo en Jujuy y delegada de ATE. A su vez la delegada detalló que se realizarán paros, volanteadas, bocinazos y vigilias, principalmente en Buenos Aires, aunque en algunas provincias, como Jujuy, la coincidencia con feriados complica la visibilidad de las acciones.
Uno de los ejes centrales del reclamo es la demora en la efectivización de cargos ya concursados. Erika detalló que “después de años de espera, recién ahora se efectivizó el ingreso de 100 investigadores de todo el país que ganaron concursos en 2021”. Sin embargo, advierte que aún quedarían al menos 1000 investigadores en la misma situación.
También se denunció una fuerte reducción en la oferta de becas doctorales. “En 2020 se ofrecían alrededor de 3000 becas. Este año, el anuncio fue de solo 100. Y ni siquiera hay garantías de que se otorguen todas”, señaló la investigadora. Además, recordó que en 2024 se habían anunciado 1200 becas y finalmente solo se otorgó la mitad.
La crisis no solo afecta a investigadores sino también al personal administrativo y técnico. Según datos aportados por Erika, “el CONICET ya perdió unos 1500 cargos entre despidos, renuncias por bajos salarios y migración de científicos al exterior o hacia otros sectores”.
En el plano local, Jujuy cuenta con cerca de 300 trabajadores del CONICET, concentrados en su mayoría en el Instituto de Ecorregiones Andinas (INECOA), aunque la falta de recursos y el escaso nivel de organización impiden realizar acciones más visibles durante la jornada de paro.
Las críticas también apuntan directamente al presidente del CONICET, Daniel Salamone. Al respecto expresó que “desde que asumió, no sentimos apoyo. Hemos enviado notas, pedidos de reunión, comunicados firmados por cientos de investigadores, y en la mayoría de los casos ni siquiera recibimos una respuesta”, denunció la delegada. Y agregó que el clima entre la comunidad científica es de profundo malestar, al respeto afirmó que “no solo perdimos más del 35% del poder adquisitivo en el último año, sino que estamos perdiendo recursos humanos únicos. Investigadoras que hacen trabajos valiosos están quedando fuera del sistema por falta de becas posdoctorales” .
Finalmente la investigadora señaló que pesar de algunas conquistas recientes, como la efectivización de los primeros 100 ingresos, desde la comunidad científica se sostiene que la lucha debe continuar. “No se trata solo de salarios o cargos. Se trata de defender la ciencia pública, el conocimiento generado en el país y el derecho a investigar”, concluyó.